En la industria alimenticia del Perú, los procesos de lavado son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y la calidad de los productos que llegan a los consumidores. Estas acciones no solo eliminan suciedad visible, sino también residuos químicos, orgánicos y microorganismos que podrían comprometer la inocuidad de los alimentos, además de prevenir riesgos sanitarios que puedan afectar la salud pública. Su correcta implementación asegura el cumplimiento de normativas nacionales e internacionales, como el Reglamento sobre Vigilancia y Control Sanitario de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Salud (MINSA) y los estándares de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), fortaleciendo la confianza de los consumidores y el posicionamiento de las empresas peruanas en un mercado competitivo y altamente regulado.
El lavado se aplica a diversas etapas de la cadena de producción, desde la limpieza de materias primas, como frutas, vegetales y carnes, hasta la higienización de equipos y superficies de trabajo. En el caso de los vegetales, se utilizan soluciones desinfectantes a base de cloro o ácido peracético, ajustadas para evitar residuos químicos. Para carnes y productos del mar, el lavado elimina impurezas y reduce la carga microbiana inicial, utilizando agua potable a bajas temperaturas.
El agua es un recurso clave en estos procesos. En Perú, la industria enfrenta retos relacionados con la calidad y disponibilidad del agua, especialmente en zonas donde esta puede contener altos niveles de contaminación. Por ello, muchas empresas han implementado sistemas de tratamiento de agua y tecnologías de recirculación para reducir el consumo y cumplir con estándares medioambientales.
Los equipos utilizados en el lavado incluyen cintas transportadoras con aspersores, tanques de inmersión y lavadoras automáticas. La elección del método depende del tipo de producto y los requisitos específicos de limpieza. Además, el monitoreo constante es esencial para verificar que los procesos sean efectivos y cumplan con las normativas.
En resumen, los procesos de lavado son un pilar de la industria alimenticia peruana, contribuyendo a la producción de alimentos seguros, de alta calidad y competitivos en el mercado nacional e internacional.
Lima, Noviembre 2024