1. Evita la Sobrecarga de Ropa
Meter más ropa de la que la lavadora puede manejar puede afectar su rendimiento y dañarla. La sobrecarga somete los componentes internos a un mayor estrés, lo que puede desgastar el motor y reducir la eficiencia del lavado. Sigue las recomendaciones del fabricante para la capacidad máxima y obtendrás mejores resultados.
2. Ventila el Tambor
Después de cada ciclo de lavado, deja la puerta de la lavadora abierta durante unos minutos para ventilar el tambor. Esto previene la acumulación de humedad, moho y malos olores. La circulación de aire ayuda a mantener tu lavadora fresca y sin olores desagradables.
3. Limpia el Jebe de la Puerta y el Cajetín del Detergente
El jebe de la puerta y el cajetín del detergente suelen acumular restos de agua y detergente, lo que provoca malos olores y suciedad.
- Jebe de la puerta: Limpia esta zona con un paño húmedo después de cada lavado y déjala secar antes de cerrar la puerta.
- Cajetín del detergente: Usa un cepillo pequeño para eliminar residuos que podrían bloquear el flujo de agua. Esto mejora el rendimiento de la lavadora.
4. Limpia el Filtro Regularmente
El filtro evita que pelusas y residuos obstruyan el sistema de drenaje. Si no se limpia, puede afectar la eficiencia y dañar la lavadora.
Instrucciones para limpiar el filtro:
- Retira el filtro siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Límpialo con agua tibia y un cepillo suave.
- Utiliza un producto especializado como Active Clean PRODEX para disolver residuos y mantener tu lavadora fresca.
Con estos consejos, tu lavadora funcionará mejor y durará más tiempo, proporcionando un lavado más eficiente y ecológico.
